Situado en el mismo Casbas de Huesca, el Monasterio abarca un conjunto de edificaciones de distintas épocas, que han ido acomodando las dependencias a las necesidades de cada momento, aprovechando los materiales al uso.
Desde el momento en que se cruza la puerta, y se accede a la plaza, no debemos dejar de mirar atentamente si no queremos perdernos cualquiera de los múltiples detalles que lo hacen único. Bien sea mirando hacia la fuente y el lavadero, bien la fantástica puerta de la iglesia románica, construida entorno al año 1200, o transitando por el pasadizo por el que se accede al segundo patio y las huertas, no podemos hacernos idea de lo que aún tenemos por descubrir.
El claustro, el comedor con techo artesonado, la sala capitular con laudas sepulcrales esculpidas, el impresionante coro alto con sillería de madera del siglo XVI, y todas aquellas dependencias; zaguanes, bodegas, lagares, etc. Que hacen del Monasterio un lugar ideal para hacer un alto en el camino y encontrar un momento de reposo.
Actualmente el monasterio se encuentra en proceso de re-acondicionamiento para ser utilizado en varios usos civiles.
